lunes, 9 de junio de 2014

RAE

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Resumen Analítico en Educación, es la condensación de información contenida en documentos y estudios en materia educativa de una manera que facilite al lector o usuario, la aprehensión y análisis del documento en cuestión. Se redactan en un lenguaje claro, sencillo y preciso, guardando la fidelidad posible al texto teniendo siempre en cuenta que se trata de un análisis. Por ello, quienes elaboran resúmenes son el personal formado en educación, y en 
diferentes disciplinas con conocimiento en educación y del sector educativo. Los resúmenes analíticos no deben ser muy extensos, máximo de cuatro (4) páginas; el modelo debe ir sin encabezados






1. Información General
Tipo de documento
Acceso al documento
Universidad Pedagógica Nacional. Biblioteca Central
Titulo del documento
UNA MIRADA PEDAGOGICA A LA ESCRITURA DE UN ENSAYO ARGUMENTATIVO
Autor(es)
Torres, Inés Cristina.
Director
Publicación
Bogotá. Revista de Estudios Sociales no. 19, diciembre de 2004, 97-105
Unidad Patrocinante
Universidad de los Andes
Palabras Claves
Ensayo argumentativo, escritura analítica, inmersión, cognición.

2. Descripción
Una mirada pedagógica a la escritura de un ensayo argumentativo, es un trabajo de grado que busca identificar y describir los postulados de algunos autores respecto a la importancia y realización que constituye un ensayo argumentativo en el medio educativo por quienes tienen que verse con este tipo de producciones por parte de sus estudiantes y la experiencia de la enseñanza de este en las instituciones educativas. Esta revisión bibliográfica busca entonces identificar elementos teóricos y experiencias investigativas que incidan favorablemente en su escritura. La confianza en que si es posible aprender a escribir se ve reforzada por las propuestas que se hacen desde concepciones cognitivistas que validan el proceso de aprendizaje a través de diversos mecanismos como estrategias o instrucciones y desde concepciones socioculturales que impulsan la inmersión en situaciones que promuevan el análisis, la discusión y la confrontación de puntos de vista diferentes.

3. Fuentes
1Bajtin, M.M. (1999). Estética de la creación verbal. México D.F.: Siglo XXI Editores. 2)  Bruffee, K.A. (1993). Collaborative Learning: Higher education, interdependence, and the authority of knowledge. Baltimore: Johns Hopkins University Press. 3) De La Paz, S. & Graham, S. (2002). Explicitly teaching strategies, skills, and knowledge: writing instruction in middle school classrooms. Journal of Educational Psychology, 94, 687-698. 4) Duarte, E.M. (2001). The eclipse of thinking: an Arendtian critique of cooperative learning. En M. Gordon (Ed.). Hannah Arendt and Education: Renewing our common world. Boulder: Westview Press. 5) Dysthe, O. (2001). The mutual challenge of writing research and the teaching of writing. Investigación presentada en la primera conferencia de la European Writing Centre Association. University of Groeningen, Nederland. Recuperado dehttp://www.uib.no/plf/ansatte/olga/keynote%. 6) Ferreti, R.P.; MacArthur, CH. & Dowdy, N. (2000). The effects of an elaborated goal on the persuasive writing of students with learning disabilities and their normally achieving peers. Journal of Educational Psychology, 92, 694 -702. 7) Ordoñez, C. (2001). Instrucciones de redacción de un ensayo argumentativo. Manuscrito no publicado, Maestría en Educación, Universidad de los Andes, Colombia. 8) Vygotsky, L. (1995). Pensamiento y Lenguaje. Barcelona: Paidós. 8)Young,, R. (1993). Teoría crítica de la educación y discurso en el aula. Barcelona: Paidós.

4. Contenidos
El ensayo argumentativo, como tema investigativo, surge de la inquietud por precisar las condiciones más favorecedoras para la escritura de este. El trabajar con un grupo amplio de alumnos permitió encontrar producciones de calidad muy diversa y valorar la complejidad  en el acierto y uso ciertas prácticas pedagógicas y revisar la poca utilidad de otras que no contribuyeron en la forma esperada a la redacción.

Dentro de la revisión bibliográfica se encontró que para la construcción argumentativa es necesario tener en cuenta según Vigotsky (1995) que no hay pensamiento sin lenguaje. El pensamiento llega a la existencia a través de palabras. Gracias a la interacción con otros, puede darse un movimiento constante entre el habla externa y el habla interior, que permite el conocimiento. Por tanto el lenguaje es de carácter social y el significado es el resultado de negociaciones culturales que se producen en el interior de situaciones concretas de comunicación.

Por otra parte Ordoñez (2001) manifiesta que el ensayo argumentativo puede definirse como un tipo de texto estructurado y unificado alrededor de una tesis que se sustenta de diversas formas como razones o ilustraciones. 

Del mismo modo y desde la perspectiva de los géneros discursivos de Bajtin (1999), el ensayo se aborda como un tipo de texto argumentativo porque sus enunciados se estructuran alrededor de la necesidad comunicativa de sustentar una tesis con unos argumentos que fijen una posición y entren en diálogo con otras posiciones. Un tipo de texto como el ensayo argumentativo se cohesiona al articular sus enunciados con recursos lingüísticos, entre los cuales pueden reconocerse, por ejemplo, los conectores (porque, aunque, por lo tanto…) que evidencian relaciones lógicas entre ellos. Su coherencia depende de la relación que establezcan su tesis y sus argumentos con los aspectos de la realidad y de la situación a los que hacen referencia.

En relaciona al tema, Dysthe (2001) en una ponencia sobre enseñanza de la escritura académica en Europa, señala diferencias cultuales entre la tradición académica de Europa y la corriente norteamericana. Señala la composición escrita de Norteamérica con tres diferentes posiciones teóricas en la enseñanza de la escritura: las cuales consisten en la posición literaria que busca despertar los procesos creativos poco conscientes de un escritor, la segunda es la visión cognoscitiva la cual permite distinguir etapas y tiempos en la composición de un escrito, esta contempla la reflexión y la metacognición ya que reconoce que la escritura misma es una habilidad para estudiar y aprender; y la tercera que tiene que ver con una perspectiva sociocultural puesto que la escritura está determinada por las condiciones del contexto en donde se produce.

Para autores como Young (1993) quien promueve un tipo de interacción en el aula al que denomina discursivo, caracterizándose por la realización de preguntas abiertas que generan una comunicación a partir de inquietudes genuinas por parte del profesor y de los estudiantes que contemplen posibilidades inesperadas, genera según este autor, ambientes propicios a la verdadera indagación y a la construcción conjunta de aprendizajes por parte de la comunidad del aula.

Entre quienes defienden la inmersión y rescatan la influencia del contexto y el papel del discurso del aula en el aprendizaje se inscribe, asimismo, la propuesta de Bruffee (1993), profesor de la Universidad de Nueva York, de impulsar formas sociales en el aula que construyan conocimiento. La interacción entre pares resulta, según él, una forma privilegiada de relación social que permite aprender en colaboración. 

Duarte (2001) responde a Bruffee sobre su impulso al aprendizaje en colaboración validado desde un enfoque sociocultural y sostiene que el planteamiento vigotskiano del desarrollo del lenguaje es más amplio que lo que quieren verlo quienes promueven esta forma social de aprendizaje. Duarte precisa que si bien el lenguaje sí surge de la interacción, no es posible desconocer que algunos procesos mentales no pueden darse sino en la reflexión, es decir, en el lenguaje interior, que es un espacio de independencia positiva distinto al de la asimismo positiva interacción social. Para él el aprendizaje en colaboración inhibe formas de pensamiento que sólo se alcanzan a través de cierta marginación social, en el encuentro con uno mismo. 

Considerar otras opciones que favorezcan la argumentación, diferentes a la inmersión, es lo que proponen quienes reconocen el proceso de aprendizaje de la escritura desde un enfoque cognoscitivo (Dysthe, 2001). Es el caso de Ferreti, Mc Arthury Dowdy, profesores de la Universidad de Delaware, para quienes la escritura es una actividad dirigida a conseguir un propósito siempre específico que se favorece con una instrucción cuidadosa y con un ejercicio intelectual previo. En un estudio de De La Paz y Graham (2002), confirman la necesidad de desarrollar también ciertas estrategias a partir del uso de un modelo instruccional que organice y dirija el proceso de planeación, revisión y escritura de un ensayo. Según éste, las estrategias deben combinarse con el desarrollo de algunas habilidades como la construcción de una tesis, el manejo de conectores, la selección de un   vocabulario con cierto nivel de complejidad y el manejo de diversos tipos y longitudes de oraciones, y con la enseñanza de conocimientos explícitos como las características de una buena escritura, los criterios para evaluarla y la estructura de un tipo de texto como el ensayo.

Considerando las diversas investigaciones, cabe resaltar que la enseñanza de la escritura de un ensayo puede contemplarse desde la selección de un buen cuerpo de instrucciones y herramientas que lleven a ciertos aprendizajes. Pero también cabe interrogarse por los desarrollos intelectuales y lingüísticos que demanda un texto analítico como el ensayo. 


5. Conclusiones
La revisión bibliográfica permitió apreciar como la escritura si puede enriquecerse ante prácticas muy concretas y ante expectativas que se plantean con claridad. Observar también que favorecer un ambiente abierto al diálogo y a la discusión podía llegar a promover el discurso argumentativo.

Además, la enseñanza de la escritura de un ensayo puede contemplarse desde la selección de un buen cuerpo de instrucciones y herramientas que llevan a ciertos aprendizajes. Pero también cabe interrogarse por los desarrollos intelectuales y lingüísticos que demandan un texto analítico como el ensayo.

Como afirmación general cabe precisar sobre la siguiente conclusión “Los contextos adecuados de aprendizaje sí generan mejoras significativas en la escritura de argumentos razonados, conectados, lógicos y coherentes que impulsan el desempeño académico general de los estudiantes.

Elaborado por:
Oscar Armando Arenas Pérez
Revisado por:


Fecha de elaboración del Resumen:
28
mayo
2014

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